
A punto de jubilarse sigue siendo un divertido compacto, con cambio secuencial, suspensión regulable y una relación peso/potencia estimable
El pequeño Polo GTi, es un juguete para adultos, un coche compacto, de 4 metros con 192 cv y un cambio DSG que lo hace conducible por cualquiera, de forma confortable y a diario o de forma más ligera de curva a curva. Con la opción de suspensión regulable de nuestra unidad, en manos expertas es un bólido, con consumos nada exagerados cuando le pisas, y bastante comedidos en un trato más turístico.
No demasiado diferenciado
El GTi no tiene una gran diferenciación con el resto de la gama Polo, en el exterior podemos ver unas llantas específicas, la toma de aire delantera inferior, unas defensas algo diferentes, un spoiler en lo alto del portón trasero y los detalles rojos de su calandra. Ya de cerca se pueden ver los logos «GTi» para certificar su especial talante deportivo.
Mantiene el tamaño del Polo normal con prácticamente 4 metros, en la que las 5 puertas es una opción en la gama del compacto, incluídas en nuestra unidad.
Todos sus cromados están acabados en negro y los cristales traseros están oscurecidos de serie.
En el interior del Polo GTi se ve una personalización más enfocada al puesto de conducción, aunque también se ven detalles diferenciadores en costuras, apliques, alfombrillas o molduras que mejoran el aspecto de calidad a la vista.
La calidad de acabados tiene un puntito más con estos detalles, el GTi no gana en elementos de confort, basándose en el acabado Sport ya cuenta con soluciones de este tipo a nivel correcto, de serie no tiene huecos demasiado grandes, ni la guantera ni el reposacodos central permiten grandes objetos. También hereda la ausencia de reposacodos central en las plazas traseras.
6.3 kg para cada caballo.
Los 192 cv y su masa contenida de 1.200 Kg, le da una excelente relación de peso potencia de 6,3 kg/cv, lo cual agiliza su temperamento en curvas, aceleración y resultado en los consumos. Esa agilidad en las curvas se puede multiplicar con la opción de suspensión ajustable, en la posición más firme el Polo es casi un coche de carreras, con una dureza límite para el día a día.
Además con el cambio DSG se convierte en un coche muy efectivo, y el confort de conducir con las levas se vuelve en un gran aliado para negociar curvas a ritmos endiablados. Porque es un cambio que permite unas reducciones bastante al límite y desde las levas del volante.