El Puma ST es una especie de Ford Fiesta ST, pero más alto, sorprende que en marcha parece que pasa hasta mejor por las curvas, pero debe ser que no te esperas que siendo mas alto sea igual de divertido
Ya sabemos que el Ford Puma, de la nueva generación, es un Ford Fiesta, ligeramente más grande, pero más alto. No llega a tener la altura del típico SUV, y menos en el ST, pero si que tiene una línea de asiento más alta y un chasis más elevado, ello en la teoría significa un centro de gravedad más alto, cosa que es el enemigo de cualquier coche de raza deportiva, pero en el ST, se toman las medidas para que ésto influya lo menos posible, para tener un coche relativamente alto, al gusto de muchos, pero tremendamente deportivo, con 204 cv, y un peso contenido.
Desde luego si echas la mirada a las llantas, al perfil del neumático, a sus defensas… pues se te quitan las ganas de salir de lo negro, entonces… ¿porqué me he de comprar un coche así, teniendo el Fiesta ST, con el mismo motor, más bajo, menos pesado, si yo no piso el campo?, pues la respuesta es fácil, cómprate el Fiesta ST.
Pero si eres de los que te gustan conducir en un puesto algo más elevado y eres comodón de entrar y salir, en el Puma ST tienes un buen aliado, y no pierdes mucho, o nada, de diversión, entendida por prestaciones y comportamiento. Tendrás el extra que cuando salgas alguna vez del asfalto, dispondrás de algunos centímetros más de «holgura» para ir más tranquilo.
204 CV bien asentados.
En la gama Puma, tenemos 5 acabados, y este ST, diferente desde todos los ángulos. Después tenemos 2 motores de gasolina, tanto con caja manual como automático, y este ST. Quiero decir que está la gama Puma, y está el ST.
De momento sólo con cambio manual, y no entendemos como no tiene ya un cambio automático disponible.
Sus 204 cv provienen de un motor de 1.5 litros de 3 cilindros con turbo, sin la micro hibridación que tienen las demás versiones, con caja manual de 6 marchas. Tiene un bonito sonido, sin actuadores ni mariposas especiales y un enfoque en general deportivo sin radicalismos. En su exterior se ve un diseño contenido, sin salirse de los patrones de SUV, pero si un pelín más bajo, con una suspensión mucho más dura y detalles puntuales en las defensas que lo distinguen, aunque lo que más se ven son las ruedas, neumáticos de un perfil muy bajo y con más anchura que es lo que más te retrae de usarlo como un SUV de campo. Tampoco es el coche ideal para ciudad, así que lo dejamos en un «SUV de carretera». ¿Eso existe?.
No demasiado diferente.
El ST en la gama Puma, es tan diferente por fuera como puede parecer. Colores específicos aparte, la mayor diferencia está en las llantas de 19″, y después hay que fijarse en detalles como la parrilla inferior delantera más calada, los espejos en negro brillo y por atrás el alerón superior más pronunciado y el difusor trasero también negro con doble escape, que escape doble, en la izquierda queda el hueco.
Es por dentro, en cuanto al puesto de conducción donde encontramos la mayor diferencia sin moverse. Con unos asientos más envolventes, un pedalier de aluminio con estupendo apoyo del pie izquierdo y un volante específico con las siglas «ST». Después ya hay que ponerse en movimiento, donde desde el puesto de conducción encontramos más «cositas» en el cuadro de mandos, correspondientes a sus mayores prestaciones y filosofía deportiva.
Digital, pero no abrumador.
El ST y el Puma en general no es un coche que te abrume de pantallas y botones digitales. Tiene un cuadro de mandos digital, configurable a la moda y una pantalla central desnuda y de formato apaisado, pero no «cinemascope». Pero conserva mandos independientes para casi todo y reduce los accesos por menú tan modernos y tecnológicos, como incómodos y lentos.
Así el equipo de sonido y de clima tiene sus «botoncitos» aparte y luego desde el volante, con los completos mandos, el cuadro que hay detrás se configura al gusto de cada uno, con 4 perfiles de conducción y todas las configuraciones de sistemas de ayuda, ordenador de consumos, etc… (ver equipamiento).
El selector de perfiles cuenta con más programas que el resto de gama, con las opciones de Sport y Circuito. Dos perfiles que comparten pantalla, y que en tono rojo avisan de su filosofía. Con una respuesta y sonido específicas para sacar el máximo partido de este «SUV» hasta en pista. En el perfil «Circuito» se nos desactiva el control de estabilidad, pero no el de tracción, cosa que se puede hacer independientemente si queremos.
El resto del interior comparte el espacio del Puma, que si bien no es el de un coche de 4 metros y medio, se defiende bien con asientos algo más elevados, sin un techo exagerado.
5 plazas correctas, 4 para viajar mejor, con un maletero decente de 456 litros que cuenta con un espacio en el subsuelo extra si no llevamos rueda de repuesto. El suelo se configura en dos niveles, para ajustar a la altura de los asientos traseros plegados y confeccionar un volumen de carga plano o maximizado de hasta 1.213 litros.
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La diversión en marcha.
Cuando el Puma ST gana enteros es en marcha, sin complejos de altura su comportamiento es intachable, con un paso en curva mucho mejor de lo que te esperas, a nivel del Fiesta ST y frenos a prueba de bomba. Este ese ST se para igual que acelera de bien.
A los mandos uno se siente muy a gusto y dominando siempre la situación, con un cambio agradable de manejo, inserciones cortas si bien la definición es algo mejorable, pero sin quejas. Tenemos en el cuadro de mandos, en este perfil deportivo unas luces para los cambios de marcha, que de día se ven poco.
Con esos centímetros de más altura, los que gusten de ir conduciendo más elevados se sentirán más a gusto, tampoco rompe mucho la filosofía.
Su punta está en 220 km/h, y se pone a 100 en 6.7 segundos. En cuanto a los consumos, mantiene un tono comedido entre 6 y 7 litros sin ser demasiado cuidadoso, y lo bueno que tiene es que a pesar de no tener el sistema de micro-hibridación de sus hermanos, su consumo en curvas trato deportivo no se dispara como se podía esperar, entre 12 y 14 ya llevamos un ritmo considerable entre curvas. Nuestro promedio en la prueba se acercó mucho a los 6.6 homologados.
Equipamiento sin quejas.
El Puma ST está más centrado en su estilo deportivo que en demasiadas «pijaditas» de equipamiento, lo cual beneficia su precio base, después podemos añadir cosas más sofisticadas a gusto del consumidor con diferentes pack en los que encontramos diferentes sistemas de ayuda a la conducción como control de crucero adaptativo, asistencia en cambio de carril, aparcamiento asistido, cámara trasera, sensores de maniobra o portón motorizado, entre otros detalles. En cuanto a elementos más de sus siglas ST, tiene un pack con diferencial autoblocante y sistema de lanzado «Launch Control».
Pero de serie el coche viene bien servido, con climatizador de un canal, volante calefactado, apertura sin llave y arranque de botón, luces de LED, adaptativas con cambio de cortas/largas y encendido automático, navegador integrado… (Ver detalles).
Resumiendo.
El Puma ST reúne varias filosofías, con acento en la deportividad. En una carrocería moderna y práctica con un poco de altura se dota de un motor potente, de consumos controlados y un chasis para los más exigentes. El resultado es un coche altamente deportivo sin perder la familiaridad, y aunque es un devorador de curvas, se lleva bien con la ciudad y la autopista.
