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La configuración mecánica del Insignia ST 2.0 CDTI Exclusive, es la de un motor de 2 litros con inyección directa, una caja de cambios automática secuencial con 8 relaciones y tracción delantera, habiendo posibilidad en la gama de tener tracción total.
El motor cuenta con turboalimentación de dos etapas y 210 cv que llegan a 4.000 vueltas. El par máximo es considerable, alcanzando los 480 Nm y además llega pronto, a 1.500 rpm. El gran secreto de su excelente respuesta, ya que no hay «lag», o retraso del turbo, en coger presión, porque para ello cuenta con dos, uno pequeño, de poca inercia que enseguida está operativo aportando el par a bajas vueltas y después tenemos el turbo grande que antes de que el pequeño deje de girar ya está en su presión óptima para continuar el trabajo. Resultado; gran respuesta en toda la gama de vueltas que incluso hace que no haya que revolucionar mucho para cambiar con gran respuesta ayudado por un cambio relativamente rápido que tiene 8 marchas. No es que sea un cambio de carreras, realmente son 6 de uso y dos para tener una relación más larga llaneando, lo cual beneficia a los consumos sin perjudicar los saltos de marcha pues como hemos dicho, con gran par las transiciones de marcha son casi inapreciables en automático en una conducción turística y bastante rápidas en un trato deportivo.
Este gran Insignia es tracción delantera, pero que nadie se asuste, está perfectamente gobernado por la electrónica, la potencia pasa al suelo con gran efectividad, ni en las conducciones más deportivas, siempre con el control de tracción conectado, tenemos pérdidas de la misma, quizá acelerando fuerte en apoyos la dirección se vuelve más juguetona, pero en absoluto se pierde tracción o se vuelve subvirador.
Desde luego con poca y media carga es un coche que se disfruta mucho en curva, al menos con la suspensión activa, opción muy recomendable, con la que podemos jugar a balancear el confort con el comportamiento.
Puesto de conducción de lujo.
Al volante del Insignia 2.0 CDTI 210, ya hemos comentado que tenemos un andar confortable por la respuesta del motor cosa a la que contribuye el cambio, ya sea en automático o desde las levas o la palanca central. Desde un estupendo y moderno puesto. Espacioso, con excelentes asientos, regulables eléctricamente (opción) y con una instrumentación que es amplia y completa, las indicaciones básicas y además temperatura de agua, de aceite y de carga de batería, sólo faltaría para el diez la presión de aceite y si acaso de turbo. Además en este Exclusive contamos con instrumentación proyectada, con lo fundamental, pero además pudiendo elegir entre diferentes presentaciones sobre el cristal delantero.
El volante también muy completo en cuanto a sus mandos, nos permite mediante dos pulsadores tipo joystick navegar por los complejos menús en los que se puede configurar casi todo, además de programar la presentación de la vista que deseemos en el display central del cuadro de mandos, donde tenemos también la información del sistema de maniobras.
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