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Puesto de conducción
El puesto de mandos cuenta con unos asientos en piel con reglajes parciales eléctricos, pero no es un asiento tipo baquet como te esperas. La instrumentación está bastante resumida, en un cuadro no demasiado grande presidido por el cuentavueltas, con un velocímetro casi de adorno, pues la escala está muy comprimida, el 100 está en el primer tercio de ésta. Tenemos un indicador de la marcha introducida que se vé bien y poco más, los tradicionales relojes de nivel de combustible y temperatura de agua. No hay más instrumentación a la vista y tenemos que meternos en la pantalla central para ver más cosas.
Tenemos una pantalla que podemos manejar también desde el mando situado muy a mano, en el que navegamos por los menús.
El volante no está achatado, y contiene muchos botoncitos de sonido, control de crucero, control vocal y teléfono, además de otros pulsadores para el manejo del ordenador de consumos y regulación de luces del cuadro al borde del mismo.
Por debajo del volante aún tenemos otros interruptores algo escondidos, como el control del sistema de luces adaptativo o los reglajes del volante, que son dos palanquitas, para profundidad y altura.
El tacto de la palanca selectora es mejorable, tenemos las levas para cambiar en el volante, pero cuando maniobramos parece como poco definido con un sonido de coche de poca calidad, un detalle simplemente de confort porque todo sucede electrónicamente.
Por último los pedales, acabados en aluminio con goma para el calzado normal, tiene un buen reposo del pié izquierdo, con los dos pedales bien juntos, quizá el acelerador de barra hubiera sido más confortable y se queda algo pequeño, pero no es gran problema en un coche que hace el doble embrague solito al reducir.
Programar la conducción.
No siempre nos apetecerá exprimir el V6 que tenemos delante ya que hay veces que es posible que estemos en ciudad, conduciendo tranquilamente y otras que estemos en una pista de carreras, el Nissan GT-R tiene la posibilidad de ecualizar sus dotes, desde más seguridad y confort a un temperamento radical donde hay que pilotar.
Para ello tenemos un set de botones, en la parte central inferior del salpicadero. 3 interruptores con 3 posiciones cada uno. Una recomendación si te ves delante de ellos, aunque te expliquemos aquí más o menos su funcionamiento leer el manual no está de más, porque lo tendrás más fresco. Los experimentos con gaseosa, y probar a ver «lo que se cruza» en cada posición, sólo es recomendable en un circuito.
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