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El equipamiento es el más alto de la gama.
El equipamiento del Exclusive es muy alto con climatizador bizona, apertura sin llave, un equipo multimedia de última generación, pero en el que hay que añadir de forma opcional el sistema de navegación, y diversos sistemas automáticos, como freno de mano, encendido y cambio de luces, limpiaparabrisas, control de crucero o sensores de maniobra. Sobre elementos de asistencia al conductor se cuenta de serie con algunos como sistema anti-alcance, alerta de desviación de carril, comunicación de emergencia o reconocimiento de señales, además de otros en opción como asistente de aparcamiento, cámaras de 360º, control activo de crucero o alerta de tráfico trasero.
El equipo que el nivel Exclusive propone sobre el GSI es: un cargador inalámbrico, el display proyectado en cristal delantero y los Faros tecnología LED con regulación adaptativa.
Pero quizá lo más interesante para pagar aparte sea la suspensión adaptativa y programable, por aquello de conjuntar los dos mundos de deportividad y confort.
El Maletero es mejorable en detalles.
Con 5 puertas tenemos un acceso muy fácil a la zona de carga, donde tenemos abatimientos en 3 partes, un suelo plano hasta los asientos y un subsuelo ocupado por el amplificador y subwoofer de audio. Tiene algunos detalles de sujeción de carga, pero no tiene anclajes para redes, la bandeja de ocultación es enorme y no tiene donde guardarse y echamos en falta en un espacio tan grande algún hueco pequeño para cosas menudas.
A los mandos con 8 marchas.
El Insignia con sus 260 cv es un coche ágil, tanto si imprimimos un ritmo alto, como si vamos de paseo tirando de bajos. El moto de 2 litros, con 4 cilindros, está turboalimentado y logra la potencia máxima a sólo 5.500 rpm mientras que dispone de hasta 400 Nm entre 2500 y 4.000 rpm. Un motor de gran respuesta desde casi las 2000 vueltas y que está asociado obligatoriamente a una caja de 8 marchas y a una tracción total.
La caja se puede decir, como ocurre casi siempre que cuenta con las más largas sobre relacionadas, muy por encima de 1:1 de una transmisión directa. Las dos últimas son marchas de crucero, e incluso la sexta tampoco la usarás si buscas la mejor respuesta en curvas.
Con levas en el volante terminarás usando el cambio «a tu manera», pero apuesto ya que en poco tiempo cuando no llevas prisa ni hay curvas dejaras que cambie solo, sobre todo acelerando. Las levas en el volante, aunque no se indica específicamente, no figuran entre las opciones, o sea que las damos de serie. Son el complemento ideal de una caja tan «marchosa».
Como decimos si llegan las curvas tirarás más de estas levas, porque realmente el cambio se convierte en uno de 5 ó 6 marchas, llevadero a la hora de subir o bajar «hierros».
Aquí está la doble personalidad, con su tracción total, su suspensión adaptativa, las 8 marchas y sobre todo los 260 cv, para usarse como apetezca.
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