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Ambos tienen la suspensión ajustable en dos niveles, con más confort o más efectividad, con un botón en ambos para el caso que de forma electrónica endurece o no los amortiguadores. La incidencia en ellos en los dos es muy parecida, quizá el Opel se hace algo más duro pero cuesta ver la diferencia porque estamos en niveles bastante altos.
Los controles electrónicos (desconectables) te permiten acelerar con más alegría una vez llegado el vértice de la curva, el cual es muy fácil redondear por la gran precisión de la dirección, ayudada por los generosos neumáticos. El Astra monta de serie llantas de 19″, contra 18 del Scirocco, un secreto para potenciar mejor los frenos. Si bien ninguno de los dos dio el más mínimo problema, con gran exigencia ni siquiera los sistemas de ABS se hicieron presentes.
El Opel cuenta con diferencial autoblocante mecánico, mientras que el Volkswagen con diferencial autoblocante electrónico. Sin conducir los coches nos quedaríamos siempre con el mecánico, pero ojo que hay que probarlos. El mecánico es más rápido en actuar, cosa que si es contra el crono en una pista milésima a milésima… Pero el del Scirocco no le sigue lejos. El primero actúa desde que aceleramos y el segundo desde que nota la más mínima pérdida, y su ventaja es que puede absorber digamos más porcentaje de tarado. El mecánico del GTC no es de gran porcentaje y llegado a un límite puede comenzar el subviraje, aunque en cualquiera de ambos tenemos el control de estabilidad activado es un juego de niños el ir a toda pastilla en ambos y nadie notará diferencias.
Cuestión de matices.
Llegando al final de nuestro análisis, si me hacéis la pregunta de con cual me quedo, pues me quedo realmente con la duda. Para mi puede que el cambio DSG sea un factor determinante, pero si sólo pudiese escoger entre los manuales, ya tendría que pensármelo.
Cosas mejores del Opel: Asientos eléctricos, diferencial mecánico, el precio y la capacidad interior y de carga.
Cosas mejores del Volkswagen: Instrumentación auxiliar, disposición del cambio DSG y freno de mano de palanca.
En ambos vamos a encontrar un coche muy deportivo, de gran temperamento en curvas, con consumos aceptables en una conducción normal y de muy buenas prestaciones. Con unos motores elásticos, potentes desde pocas vueltas, con gran par y conducibles por cualquiera, el más experto tendrá una herramienta de diversión en curvas y el novel una seguridad extra por la respuesta tan fiel que tienen estos coches.
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