
Dos sistemas de recuperación de energía.
Tiene dos sistemas de recuperación de energía diferentes, uno mediante los frenos delanteros y un segundo sobre los gases de escape. Ambos actúan sobre un generador eléctrico para producir electricidad que se gestiona de diferente manera.
El 80% de la energía recuperada en el eje delantero se utiliza inmediatamente en la tracción de salida de cada curva, así se deja capacidad para recuperar lo máximo posible en la siguiente frenada. Este sistema es del tipo KERS, un volante de inercia que ayuda a los frenos que este año son algo más pequeños y por lo tanto más fáciles de refrigerar gastando menos flujo de aire lo que mejora por esa parte la aerodinámica.
El sistema de recuperación de energía trasero se basa en una pequeña turbina que mueve un generador. Para garantizar que la turbina funciona igual de eficientemente a bajas velocidades, cuando la presión de escape es menor, se utiliza un sistema de geometría variable. Esta energía se dispone de forma manual por el piloto en los momentos en los que se necesita, como las largas rectas de Le Mans.
Otras mejoras importantes.
Un tercer capítulo de mejoras se han centrado en las mecánicas en el chasis e innovaciones de software que ayudan a la conducción con el control de tracción y la gestión híbrida inteligente.
Todo ello viene a ayudar a compensar los 3 juegos de neumáticos menos que se pueden usar por ejemplo en Le Mans y que suponen 90 minutos de tiempo en pista.
Porsche tiene como objetivo conseguir un triplete con el nuevo 919 Hybrid de LMP1: ganar las 24 Horas de Le Mans, y los títulos de Constructores y Pilotos, ello supondría lograrlo por tercera vez consecutiva, tras los triunfos de 2015 y 2016.