A Iraola le ha bastado el segundo puesto en la General • César Rodríguez llegaba líder, pero sin resultados a descontar
Joseba Iraola se ha proclamado Campeón de España de Montaña en Clase 1 tras lograr la segunda posición con su Demon Car D34 Plus, en la General en la última prueba de la temporada celebrada en Madrid, la Subida a Santa María de la Alameda en la que la victoria ha caído para Óscar Palacio con Silver Car EF10. Su rival y líder provisional del Campeonato, César Rodríguez llegaba a Madrid con 10 puntos de ventaja, pero sin ningún «cero» para descontarse. La puntuación de hoy haciendo cuarto no le suma para nada al ser la peor, y se queda con 113 puntos, mientras que Iraola a sus 103 suma 20 y se proclama Campeón.
La prueba de Santa María de la Alameda se ha celebrado en unas complicadas condiciones de lluvia y niebla sobre todo ayer, en las dos mangas el suelo estaba mojado, y en lo alto había niebla, hoy no llovía pero el suelo seguía húmedo. Todos en general mejoraban los cronos y era una de las dos mangas buenas para computar, excepto para Pancho Egozcue que en la subida de entrenamiento hoy se estampaba contra el guardarrail destrozando el Silver Car EF10 y no pudiendo correr la tercera pasada oficial. No obstante lograba el tercer puesto en la general, sumando las dos mangas de ayer sábado.
En la Clase II con el Campeonato decidido y tras las deserciones que contamos más adelante, no hubo carrera.
En la Clase III, de Turismos, Aznar con el Porsche GT3 lograba la victoria por delante de la familia García, Javier hijo, con Mitsubishi EVO VI, hoy gana al padre que tenía que recurrir al antiguo Porsche al no tener arreglado aún el nuevo del golpe sufrido en el último rallye en Talavera.
Aznar ha rubricado su triunfo ya entre los GT y segundo del Campeonato en la Clase III.
La subida era puntuable también para el Campeonato Madrileño del que damos su crónica aparte.
Un cierre de temporada caótico.
El cierre del Certamen Nacional ha sido un poco caótico, la organización no ha sabido sobreponerse a los problemas que tanto los responsables del Ayuntamiento como la propia Guardia Civil – totalmente novata y desentrenada en estos menesteres en nuestra comunidad – le han causado. Ello ha hecho que casi la mitad de los monoplazas no participasen en la prueba, después de haber estado en ella.
Según los participantes afectados, los problemas eran de diversa índole, algunos inexplicables. Sólo hay que leer las quejas que la propia Ángela Vilariño ha publicado en sus redes sociales. La salida de la prueba estaba marcada en un sitio en el que a los pocos metros había unos badenes de reducción de velocidad los cuales iban a ser retirados por el ayuntamiento según se comunicó por parte de la Organización – RS Sport – a los participantes. Llegado el día de la prueba los badenes seguían en su sitio, con lo que se decidía adelantar la salida. Pero estos badenes que no suponen un gran problema para los Turismos son una pesadilla para la mayoría de monoplazas, que se quedan empanzados, tocan con los spoilers o los difusores, habiendo un par de ellos, con 6 subidas en el fin de semana la maniobra de hacerlos pasar por ello significaba un gran esfuerzo y riesgo para los coches.
Por otro lado, el cierre de la carretera, por la parte de la zona de la Estación de Sta María de la Alameda, lugar de la salida, no estaba bien coordinado, y había alguna zona dada la dispersión de las asistencias – otra cuestión mal planteada – en la que coches sin matrícula deberían atravesar vías abiertas al tráfico y aquí la Guardia Civil se puso en alerta para impedir que lo hicieran. Se terminaba por tener que escoltarlos de una forma u otra, lo cual causaba otra paradójica situación.
Por último, la zona de asistencias se quedaba pequeña, determinados monoplazas tampoco podía atravesar algunos bordillos y desniveles y como el caso de Ángela Vilariño, improvisaron otro lugar, en la zona de salida, aunque luego consideraban que estaba en una calle abierta al tráfico en la noche y les colocaron en un lugar imposible para manejarse, ni tan siquiera para poder bajar el coche de carreras con mínima amplitud. Todo un dislate de cosas que hicieron que muchos participantes no tomaran la salida. Máxime cuando el tiempo no acompañaba y consideraban que tanto trabajo y riesgo no merecían la pena.
A esta hora aún estamos esperando las explicaciones que hemos pedido a la organización para contrastar las declaraciones de los participantes.
