El cambio de aspecto y orientación del actual Nissan Micra es tal que no se puede relacionar con la antigua generación • Un aspecto exterior deportivo y un equipamiento de serie muy rico son sus mayores bazas
El paso dado respecto a la anterior generación del Nissan Micra ha sido acertado al tener un producto más moderno que a la vez tiene un aspecto más juvenil y deportivo. El equipamiento de serie es muy completo y es un coche cómodo delante, pues detrás sufre estrecheces en todas las dimensiones.
A falta de una versión deportiva, las cosas con este Micra hay que tomárselas con más calma a la hora de circular rápido, pues si queremos ir a ritmo alto el coche se «quejará» de que vamos por encima de las posibilidades de su actual configuración de suspensión.
Gama escasa de mecánicas.
A falta de una versión deportiva en la gama, léase «Nismo» o cualesquiera que sean las denominaciones que elija Nissan, el Micra 0.9 IG-T es lo más dinámico que se puede adquirir hoy en día en su gama.
Dicha gama está compuesta por sólo tres motores: un 1.0 gasolina atmosférico de 70 CV, el 0.9 IG-T de 90 CV objeto de nuestra prueba, y el motor 1.5 dCi de 90 CV diesel de procedencia Renault. Este aspecto lastra las ventas del Micra, puesto que en comparación con sus rivales la oferta mecánica que presenta es bastante escasa.
Las tornas se dan la vuelta en lo que se refiere a acabados, existen seis: los dos más básicos (Acenta y Visia+) sólo están disponibles para el motor 1.0 gasolina de 70 CV, mientras que los otros motores (además del acabado Visia+) tienen disponibles los más completos Business, Acenta, N-Connecta y Tekna.
Por si son pocos, los dos últimos acabados tienen líneas de personalización a nivel estético (exterior e interior), lo que ofrece nada más y nada menos que 125 variantes.
Exterior desenfadado.
Nuestra unidad de pruebas es una de estas últimas y desde luego que el coche no pasa desapercibido por la calle por su combinación de colores. El diseño exterior rompe totalmente con la anterior generación y, teniendo en cuenta sus mayores dimensiones exteriores, en un primer vistazo no se puede identificar con un Micra como es.
Tiene líneas muy angulosas a lo largo de toda la carrocería y el frontal en forma de V termina de rematar un aspecto deportivo sin duda. La parte trasera es más discreta pero no por ello es «sosa». Sigue habiendo bastantes líneas angulosas y el hecho de ser más ancho según bajamos la mirada del techo al paragolpes aporta su plus de deportividad.
Asientos mejorables.
Por dentro el colorido se apropia enseguida de la vista y se completa acertadamente con un diseño del salpicadero atractivo. Delante tenemos unos asientos que van colocados altos, lo que hace que las personas de más de 1,80 metros de estatura puedan tener problemas para encontrar acomodo. Por lo menos no hay sensación de agobio en ningún momento. Otro aspecto negativo de los asientos es que la banqueta es corta y el agarre lateral se muestra escaso, lo que hará que en zona de curvas conductor vaya «suelto» y tenga que apoya la rodilla izquierda en el guarnecido de la puerta cuando se afrontan curvas a buen ritmo.
Con los asientos traseros se reproduce más o menos lo que sucede con los delanteros. Si bien la anchura y altura es correcta, en cuanto llegan curvas también pecan de falta de agarre lateral. No conviene que viajen tres personas en los asientos traseros si el trayecto a recorrer es largo, puesto que irán bastante apretados.
El maletero tiene una capacidad correcta en su segmento (300 litros) pero le falla la practicidad, puesto que no lleva detalles para sujetar o transportar carga.
Equipamiento muy rico.
Desde luego que en este aspecto no se puede poner ningún reproche al Micra gracias a su rico y tecnológico equipamiento. De serie cuenta con llantas de aleación ligera de 17″, tapicería de piel con asientos calefactables, 6 airbags, asistente de arranque en pendiente, limitador/control de crucero, sistema de detección de colisión frontal, detección de peatones, alerta de cambio involuntario de carril, climatizador…
… y seguimos con el navegador, Apple Car Play y Android Auto, cámara de visión 360 grados, sensores de aparcamiento traseros, control de ángulo muerto, llave inteligente (apertura y arranque del coche), bluetooth y un sistema de sonido Bose que lleva integrado un altavoz en el reposacabezas del conductor para dar una sensación de sonido envolvente.
Pocos elementos echará en falta el comprador de un Micra con el acabado Tekna.
Tres cilindros, turbo…y un motor perezoso.
Como cada vez es más habitual, los motores tri-cilíndricos gasolina están disponibles en muchos de los modelos utilitarios de las marcas. En este caso también se suma un turbo al motor de 900 que ofrece una potencia de 90 CV. Parece mentira lo que han evolucionado los propulsores tricilíndricos en la última época, pues la vibración al ralentí es nula y el sonido que delata su arquitectura está muy amortiguado.
Los 90 CV permiten moverse con soltura tanto en el tráfico de las ciudades como en carretera, aunque conviene que el motor se mueva entre 2.000 y 5.000 rpm para que el Micra tenga brío. Todo lo que sea moverse por debajo de ese rango supone una capacidad de aceleración tirando a escasa. Esto no sería grave si no fuera porque el retraso de entrada del turbo es grande, a la antigua usanza de los coches turboalimentados de los años 80. Esto condiciona su forma de andar, pues nos va a obligar a usar el cambio más de lo deseado para mantener el motor en el rango de revoluciones que se ha comentado y porque nos obliga a anticipar el momento de acelerar. En caso de necesitar acelerar instantáneamente nos vamos a encontrar con que el coche no responde.