Prestacionalmente en la línea de su competencia.
Como hemos dicho, en su segmento, este AMG es el más potente con diferencia a día de hoy, y es el más rápido, pero la diferencia no es tanta en la práctica con otros modelos. Contamos con una tracción total y un cambio automático que se comen lo suyo. Dos elementos que te dan un andar muy deportivo, la tracción total ayuda en poner toda la potencia en el suelo, y el cambio automático en su manejo, cómodo y efectivo.
Estos dos elementos – de serie y sin otra opción – tienen sus particularidades. La tracción total marca un comportamiento más efectivo cuando damos gas, se puede hacer con total tranquilidad si tenemos los controles electrónicos activados, pero si no el margen para que nos pueda sorprender es amplio. A lo mejor tenemos un poco de subviraje hasta mandar con el acelerador, pero en curvas rápidas es una lapa. Las salidas también son más contundentes con este 4Matic.
Con el cambio automático y sus fabulosas levas tras el volante – no hay guía secuencial en el pomo – la conducción del AMG-45 4Matic es de vídeo juego, embriagados por su sonido, con «pedorreos» tanto para subir de marcha como para bajar, debidos al amplio cruce de válvulas y a una intencionalidad del diseño del mapa (eso lo digo yo).
Si se trata de acelerar, podemos lograr la mejor prestación en automático, alcanzando los 100 km/h en 4,2 segundos, el mayor peso de la tracción total compensa en el momento de la salida por el mayor agarre, pero una vez en marcha la sensación de empuje está al mismo nivel que un Seat León Cupra manual (de 290 cv y tracción delantera), que es más ligero.
Tiene limitada la punta a 250 km/h, pero hay un kit para lograr los 270.
Consumos tan altos como su potencia.
Desde luego si te gusta este Clase A AMG el capítulo de los consumos te van a importar poco. Pero nuestra obligación es advertirte que si vas a «calzón sacao» siempre, prepara una buena partida de tu sueldo para gasolina, que además es de 98°, si bien admite 95°.
Si miramos su ficha, el consumo medio anuncia 6,9 litros. Te vamos a dar una buena noticia y una mala; la buena es que los consumos reales no le andan lejos y la mala es que hay que ponerse a ello y olvidarse de que conducimos un AMG.
Es decir, que si haces una exquisita y eficiente conducción, con cruceros de 100 en carretera (deja de reirte), no adelantas a nadie (que no te rías!), y pones la séptima en cuanto puedas… quizá te acerques a 7 litros. Oye, que eso no ocurre ni de coña en cualquier otro coche. Pero con 381 cv, pues no hay que decir nada más, en su salsa, y sin ir desempedrando, de 9 no bajarás, y ponte contento si lo haces de 10.
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