A partir del año 2035 estará prohibida la venta de coches nuevos que lleven motores de combustión interna, tanto de gasolina como diésel.
El pasado 27 de octubre, el Consejo Europeo, la Eurocámara y la Comisión Europea alcanzaron un acuerdo para prohibir la venta de coches nuevos que lleven motores de combustión interna, tanto de gasolina como diésel, a partir del año 2035. Con este acuerdo, Europa refuerza su apuesta por los vehículos eléctricos, que tienen un papel importante que desempeñar en el futuro de la movilidad.
El interés por los vehículos eléctricos ha crecido exponencialmente en la última década. En la actualidad, el 63% de los españoles tiene la intención de adquirir un coche eléctrico, según las últimas encuestas realizadas por la consultora Roland Berger. Esto no es de extrañar teniendo en cuenta que los coches eléctricos brindan muchas ventajas sobre los coches de gasolina convencionales, aunque también tienen algunos inconvenientes. A continuación, te explicamos las diferencias clave para comprar un coche eléctrico o uno de gasolina. Antes de dar el paso, estas son las cosas que debe saber.
Los coches de gasolina son más baratos
Cuando se trata del precio de compra, los coches de gasolina tienden a costar menos que los coches eléctricos. A pesar de ello, el mercado de los vehículos eléctricos está creciendo rápidamente, y se espera que esta diferencia de precio se reduzca considerablemente en los próximos años a medida que los fabricantes produzcan modelos más asequibles y mejoren la tecnología de las baterías, que es el componente más caro de un coche eléctrico.
Los coches eléctricos tienen costes de mantenimiento más bajos
El elevado desembolso inicial que supone la compra de un coche eléctrico puede compensarse con costes reducidos en otras áreas, como el mantenimiento. A pesar de la creencia popular, los coches eléctricos tienen una mecánica mucho más sencilla que los vehículos convencionales de gasolina, por lo que tienen menos piezas y partes móviles que mantener. De esta forma, los coches eléctricos requieren mucho menos mantenimiento y reparaciones que los coches que funcionan únicamente con gasolina.
Los coches eléctricos reducen las emisiones de CO2
La reducción de las emisiones de CO2, incluida la reducción del uso de combustible, es una de las principales ventajas de los coches eléctrico. Con sus motores eléctricos, los coches eléctricos producen cero emisiones mientras circulan, por lo que no emiten dióxido de carbono (CO2), óxidos de nitrógeno (NOx), monóxido de carbono (CO), ni tampoco partículas en suspensión (PM). De esta forma, la huella de carbono a lo largo de su vida es mucho menor. Esto es fundamental para abordar el cambio climático, además de no contribuir a la contaminación del aire. Los motores eléctricos también generan menos contaminación acústica.
Los coches eléctricos son más eficientes energéticamente
Los coches eléctricos tienen una eficiencia energética significativamente mayor que los coches de gasolina. Las baterías de los coches eléctricos convierten alrededor del 60-70% de la energía en movimiento del vehículo, mientras que los coches de gasolina solo convierten en torno al 20-25%. Esto significa que los conductores obtienen más por su dinero cuando cargan un coche eléctrico. No es extrañar que los coches eléctricos sean los grandes dominadores del mercado en cuanto a eficiencia energética.