Suarez en la general y Cachón en dos ruedas motrices dominaron de principio a fin • Dentro del Campeonato de Asturias Palacio a espaldas de los mejores
El 57 Rallye Princesa de Asturias pasará a la historia con más pena que gloria. Una situación atípica, con unas normas atípicas, lograron que se desarrollara un Rallye completamente atípico.
La situación pandémica que nos trae a todos patas arriba junto a unas autoridades poco competentes, con criterios poco coherentes, al unir sanidad, sociedad y deporte, lograron el aplazamiento de la prueba en septiembre cuando la situación sanitaria era más favorable.
Posiblemente las presiones políticas o federativas lograron que el Rallye se celebrase en octubre para intentar salvar el campeonato. Pero las circunstancias sanitarias no fueron halagüeñas, las normas implantadas de un día para otro o incluso en horas, hicieron de esta edición una “cagada” en cuanto a cobertura mediática, repercusión publicitaria, y valor económico para la zona. Con un alto coste para marcas, organización, y patrocinadores y medios.
Campeonato de Asturias de Rallyes
En lo deportivo, el Rallye Princesa de Asturias inauguraba el Campeonato de Asturias de Rallyes, pero presagiamos que será la primera y última prueba de esta temporada, por las difíciles circunstancias sanitarias que se están dando.
José Antonio Suárez (Cohete) y Alberto Iglesias (Skoda Fabia R5) dominaron de principio a fin el Rallye sin dar opciones a sus adversarios dentro del CERA.
Óscar Palacio y Enrique Velasco (Ford Fiesta R5 MK II) reestrenaban en Asturias el nuevo MK II para medirse con los principales equipos del nacional. Problemas de juventud del coche y de adaptación del piloto, hicieron que Palacio no firmara su mejor actuación en un Princesa, aun así lograba terminar en sexta posición general a 2,50 minutos de la cabeza, segundo asturiano, y primero de un hipotético Campeonato de Asturias normal.
La sorpresa del rallye la cuajaban Alejandro Cachón y Alejandro López ( Peugeot 208 Rally4) que realizaron un excelente Rallye a todos los asiduos y experimentados equipos de la Copa Peugeot Ibérica, ganando ésta siendo además, vencedor entre los dos ruedas motrices. Colocándose tercero dentro del regional, demostrando que su victoria dentro del VolanFAPA la pasada temporada no fue mera casualidad.
Por su parte Alberto Ordoñez e Ignacio García (VW Polo N5) que salían con las intenciones de medirse con los pilotos del nacional, además de intentar ser primeros N5, parece no tener al Rallye Princesa de cara, y se veía abocado a un nuevo abandono por exceso de penalización, al salir en el segundo paso por Llanera fuera de tiempo, como consecuencia de parar en el enlace a reparar la correa de la bomba de agua.
Dentro de lo que se hace llamar Certamen Autonómico, José Manuel Mora e Iván Bajo (Peugeot 205) eran los más rápidos, como no podía ser de otra manera, logrando solo la cuarta posición en el Campeonato de Asturias a 32,6 segundos de Cachón.
Quinta posición para Pablo Fernández y Lucia Otero (Peugeot 106). Juan José Sánchez y Jorge Miranda (Ford Escort MK II) finalizaban en octava posición como primer histórico. E Iván Suarez y José Aguilar (Nissan Micra N5) que reaparecían tras cinco años de inactividad en competición, con acusada falta de acoplamiento al Micra de RMC, solo podían alcanzar la doceava posición entre los asturianos y terceros entre los N5 del nacional-
LVN Cup
En la única copa de promoción puntuable dentro del Rallye el ganador fue Vicente Hernández y David Albuerne (Citroën Saxo) seguido de Francisco J. Pardavilla y Eva Siles (Citroën Saxo VTS) y Adrián Iglesias y Alberto Castro (Peugeot 205) que finalizaban terceros.